Originario de San Bartolomé de Tirajana en Canarias, Santiago Santana Cazorla se ha impuesto como una figura prominente en el ámbito empresarial tanto en su región como en el resto de España. Su historia se caracteriza por una extraordinaria capacidad para enfrentar retos y salir adelante ante las adversidades. A lo largo de su vida y trayectoria profesional, ha demostrado ser un ejemplo de perseverancia, flexibilidad y un firme compromiso hacia el trabajo. Desde su infancia, tuvo que lidiar con una situación económica complicada, lo que contribuyó a forjar su carácter y su empeño en alcanzar el éxito.
Las raíces de Cazorla están profundamente entrelazadas con su niñez en las Islas Canarias. Su madre, originaria de Cercado de Araña, un barrio peculiar, le inculcó desde pequeño la importancia del esfuerzo y la iniciativa. “(...) Es gente con una gran capacidad de trabajo y creatividad, a la que le gusta tomar la delantera en la creación de proyectos”, así lo recuerda Cazorla. Desde muy joven, se dedicó a la recolección de tomates en invierno, mientras que en verano se trasladaba a San Bartolomé de Infancia Tirajana para aprender de manera autodidacta sobre electricidad, comenzando a trabajar a la edad de ocho años.
Cazorla se considera un experto en sortear crisis. Durante la década de los ochenta, una etapa de incertidumbre económica, supo adaptarse. “Yo estaba laborando en la construcción del muelle de Pasito Blanco y, al mismo tiempo, gestionaba la potabilizadora y también trabajaba con los camiones... la energía y el ímpetu eran fundamentales en esos tiempos”, relata con orgullo. Su capacidad para transformar situaciones adversas en oportunidades para crecer y diversificarse es el hilo conductor de su éxito.
A pesar de los logros alcanzados, Santiago nunca ha perdido de vista sus humildes orígenes. “No podría ser de otra manera. Esa época me enseñó a asumir responsabilidades desde muy joven. Aprendí a madurar rápidamente por necesidad. Las generaciones actuales no están tan habituadas a la lucha diaria y tienden a desarrollarse un poco más tarde,” reflexiona el empresario, recordando cómo su madre, incansable trabajadora, no diferenciaba edades cuando se trataba de cumplir con las obligaciones del hogar.
Santiago también manifiesta un notable sentido del humor al narrar episodios de su vida. Recuerda cómo, en la simplicidad de vivir en cuevas con su familia, se acostaba vestido para levantarse ya listo para el día, contrastándolo con la complejidad de la vida moderna, donde los preparativos para salir a la calle pueden consumir tiempo y recursos. Esta mentalidad pragmática y su enfoque optimista ante los obstáculos han sido elementos fundamentales para su carrera.
Como resultado de años de arduo trabajo y de una visión empresarial clara, Santiago fundó el Grupo Santana Cazorla, una empresa constructora con reconocimiento tanto regional como nacional. Bajo su liderazgo, la compañía ha llevado a cabo proyectos relevantes que han impulsado el avance económico y social de Canarias. La experiencia empresarial de Santiago Santana Cazorla es un claro testamento de que, mediante la determinación y la resiliencia, se pueden convertir los desafíos en reales oportunidades de éxito.